Por Sebastián Dumont
El control de las armas sigue siendo un dolor de cabeza para el Presidente de los Estados Unidos Joe Biden. La semana pasada, antes de su viaje a Medio Oriente, el Jefe de Estado hizo una presentación sobre el acuerdo alcanzado para modificar la ley vigente. Pero el acto cambió su eje cuando Manuel Oliver se levantó de su silla para interrumpirlo. ¿Quién es Manuel Oliver? Es el padre de Joaquín, asesinado en un tiroteo en Parkland hace menos de cinco años. Ahora es uno de los principales activistas contra las armas en los Estados Unidos. En una entrevista exclusiva, nos contó su mirada. Y objetivos.
“Patricia y yo perdimos a nuestro hijo Joaquín Olivera, en el tiroteo de Parkland hace poco menos de 5 años y desde ese día hemos emprendido una cruzada en contra de la violencia por armas en este país, con resultados variados. Pero si después de 5 años vemos que sigue ocurriendo algo como lo que ocurrió en Uvalde hace unas semanas, es muy poco lo que hemos aprendido como sociedad. Estos días han sido críticos estamos en Washington y estamos dispuestos a seguir la batalla y a ver si cambiamos las cosas”, resumió Oliver desde la capital norteamericana.
De hecho, no está conforme con los anuncios de Biden. Y él mismo, tras la interrupción en el acto explicó por qué lo hizo a través de una carta publicada en sus redes sociales. Allí contó que cuando era candidato, el actual presidente, quien también perdió un hijo, le dijo que buscara un propósito. Y en eso está. Pero sobre todo, desencantado con el accionar hasta aquí del jefe de estado.
“Yo no veo la disposición, y aquellos que tienen la disposición es una minoría, lo cual es una lastima, una pena, yo creo que la reacción si ha sido distinta, ya nuestra tolerancia llego al limite, desde que Joaquín fue asesinado, unas 220.000 personas han muerto sin ninguna razón justificable dentro de un país que provee las víctimas, provee las armas y provee el debate, entonces lamento la realidad por la que estamos pasando porque los líderes o son muy ineficientes o no tienen verdadera intención en resolver el problema”, explica Oliver en el tiempo que se hace para charlar con este medio, en un apretada agenda.
Más adelante, el venezolano diferencia la postura sobre el tema armar por parte del partido Demócrata y el Republicano. Sobre este último dijo: “Hay una simpatía especial dentro del partido republicano por la industria armamentista, no es un secreto que el partido republicano, muchos de sus miembros, algunos en el senado, algunos en el congreso, han recibido dinero para sus campañas directo de la Asociación Nacional del Rifle y eso para mí y para cualquiera genera una complicidad muy difícil de debatir, es como una factura que una vez que se obtiene, el empleado público, en este caso el Legislador, está obligado a pagar y su inacción es la forma de pagar esa factura”.
Más adelante, Manuel Oliver sostuvo: “He llegado a la conclusión de que esto ya no tiene colores políticos, esto ya es un problema ético, pero si soy responsable cuando te digo que hace un par de días una persona que estaba corriendo para el congreso del partido Republicano, en Buffalo emitió unas declaraciones en contra de las armas de asalto de civiles y el partido le dio la espalda, y simplemente tuvo que renunciar a su carrera por lo menos durante este año”.
Sin embargo, Oliver no se entusiasma con ninguno de los sectores políticos en pugna. “Sí es verdad que los Demócratas no han hecho cuando tenían la oportunidad, lo que tenían que hacer pero también es verdad que el partido Republicano ha hecho mucha alianza con la industria de las armas, se observa, se ve en los Estados, recuerda que esto es una república, cada Estado tiene su manera de manejar las cosas, sus propias leyes, sus propias reacción, su propia dirección desde el punto de vista de los votantes y eso lo hace mas difícil porque tu puedes tener prohibiciones pero si el Estado vecino no las tiene es muy poco lo que puedes hacer cuando la persona decide cruzar al otro Estado con un arma de asalto”.
¿Qué componente de salud mental hay en esta situación de los Estados Unidos?
“Ese es un argumento que está dejando de tener vigencia y muy fácil de debatir, la salud mental afecta a todas las Naciones del mundo, yo he estado en Argentina, yo he estado un par de años y recuerdo que el fanatismo es una cosa que genera efervescencia en la sociedad pero no hay acceso a armas, un debate puede terminar de puñetazos, un par de empujones y se acabó. Locos hay en todo el mundo, armas que ellos tengan acceso no hay en ningún otro lugar sino en los Estados Unidos, la manera tan fácil que es yo hice el experimento, yo fui a un show de armas y compré una AR-15 sin ningún tipo de chequeo de mis antecedentes. Entonces vivimos en un sistema que permitió, se dobló, “se bajo los pantalones’’ ante las industrias de las armas”.