En momentos donde las definiciones del gabinete nacional y provincial insume gran parte de las especulaciones políticas, las proyecciones de los mismos permiten aseverar que habrá, en ambos casos, una ausencia notable de representación territorial. La definición en sí misma no es buena ni mala, sino una constante que aparece con el correr de las gestiones, donde los ministros respaldados por dicha características son una excepción. “Quizá ello ayude a entender el resultado de dichas administraciones provinciales” reflexiona un experimentado hombre del conurbano que se convirtió en “excepción” en los últimos años. Aún con más incógnitas que certezas, al menos en las definiciones publicas, el equipo de gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires se encamina a repetir esa particularidad.
Si de señales vive la política, el gobernador electo ha dado varias en los últimos días. Una de ellas es lo sucedido este miércoles en José C.Paz donde participó de un acto para recordar el 70 aniversario de la decisión de Juan Perón para que la enseñanza universitaria en la Argentina sea gratuita. Desde la resolución electoral, Kicillof se dedicó a armar su esquema de gobierno y a participar poco en actos públicos. Esta vez fue distinto y contempla una explicación política. Su llegada a la Universidad Nacional de José C.Paz puede leerse como un claro gesto hacia la casa de estudios que más funcionarios aportará a su gabinete. Como se definió en notas anteriores, se ha convertido en la usina de cuadros políticos y técnicos de su futura administración. Algo así como un “Think Tank” al servicio del próximo gobernador. Claro que no puede escaparse el nexo con el jefe comunal local, Mario Ishii quien fue el promotor de la creación de la universidad paceña cuya inauguración contó con la presencia de Néstor Kichner y Cristina Fernández en 2009. “El edificio se fue construyendo de a una bolsa de cemento por día” suele recordar el actual intendente local.
La confirmación de los nombres del gabinete provincial explican este lazo descripto. El hasta hace una semana rector, Federico Thea será quien esté a cargo de la Secretaría General de la Gobernación donde absorberá también el área de Legal y Técnica. Otra confirmación es la llegada de Agustina Vila a la Dirección de Cultura y Educación donde tendrá en su equipo a Alejandro Alegretti, todos integrantes de la UNPAZ. Lo mismo que el economista Pablo López, firme candidato para ocupar Hacienda, quien da clases en la Universidad paceña, al igual que Augusto Costa, futuro encargado del área de producción provincial.
Hay varios aspectos a destacar que ayudan a entender esta lógica de armado. El gobernador se apoya en su gente de confianza. No son dueños de territorios ni representan multitudinarios votos. Pero sí tienen un vínculo político directo con alguien que posee ambas cosas: Mario Ishii. El alcalde se define con orgullo como un “barón del conurbano”. No irá al gabinete. Pero va a tener influencia. Su cercanía a Kicillof quedó demostrada en varias oportunidades, donde además el ex ministro de economía tuvo la deferencia de reunirse en privado días atrás. Justo en momentos donde los alcaldes reclaman un encuentro para definir posiciones.
Federico Thea comenzó su militancia política en José C Paz al mismo tiempo que avanzaba en sus estudios aquí en el país como en el exterior, característica común en varios integrantes del equipo provincial que viene. Allí sus primeros pasos fueron en una agrupación política que integraba Roni Caggiano, su vínculo más directo con Mario Ishii, de quien es secretario de obras públicas y el primer concejal de la lista que ganó las elecciones locales con más del 60 por ciento de los votos en octubre. Este entramado de relaciones es la que permite explicar por qué cada uno está en donde está y ocupa el lugar que tiene. Sin olvidarse, claro, de los méritos personales en cada uno de ellos. ¿Por qué es importante las referencias sobre Thea y Caggiano y su trabajo en tándem?Porque sus nombres estarán muy presentes en los próximos años de la política bonaerense.
“La pulseada es permanente y, en cada momento, la correlación de fuerzas existentes determina para qué lado se inclinan las políticas públicas… Reconocer que de esto se trata la cuestión es central para entender cómo el Estado en los hechos reproduce o intenta revertir el “statu quo”. Dicho fragmento pertenece al reciente libro “Todo precio es político” del economista Augusto Costa que tendrá un lugar clave en el gobierno provincial futuro. Su definición sobre el rol del Estado en cuestiones de la economía puede trasladarse a otros ámbitos de la próxima administración.
No será lo mismo para dar esas perspectivas quien sea designado al frente del ministerio de seguridad bonaerense. Según nuestra información está más cerca Sergio Berni y no Nilda Garré quien también fue mencionada en estos días. Uno u otro no representan miradas parecidas sobre el combate del delito a pesar de haber formado parte del equipo de Cristina Kirchner. Hasta su procedencia ideológica está en las antípodas.
Otro sitio que ya tiene confirmación es quien ocupará el Ministerio de Gobierno. Será Teresa García, senadora provincial en la lista de la primera sección a pedido expreso en 2017 de la propia Cristina Kirchner. García, oriunda de San Isidro y con un paso importante por el cafierismo se acercó a Kicillof en la campaña. Fue clave en varias situaciones. A diferencia del Ministro saliente en dicha área Joaquín de La Torre, no cuenta con territorio que la respalde.
Donde los intendentes van camino a asegurarse un hombre propio es en la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. Allí el nombre escogido es Federico Otermín, ligado a Martín Insaurralde, el alcalde de Lomas de Zamora. Pero esta determinación lo excedería ya que es parte de un acuerdo más amplio con Máximo Kirchner donde participa Sergio Massa. Los detalles del mismo ameritan un nuevo envío ya que son muy jugosos. Además de ayudar a entender cuál será el camino de la construcción política del nuevo presidente del bloque oficialista en la Cámara Baja.
Por lo descripto, el gabinete provincial se encamina a cerrarse con pocos nombres respaldados por haber ganado y gobernar territorios importantes. Sobre todo en el conurbano. Está claro que la lógica es otra. Quizá sea una manera de entender para muchos intendentes que ya no alcanza para discutir el poder real con mostrar quien obtuvo más porcentajes en sus distritos. Ejemplos en los últimos gabinetes sobran. Eso sí, hasta aquí, con esa metodología que se impone, los éxitos se cuentan con una sola mano. Y sobran los dedos.
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