Por Sebastián Dumont- Periodista.
Los cierres son así. Convulsionados, desprolijos, tensos. No iba a ser distinto esta vez. Despejada la incógnita de la candidatura presidencial de Sergio Massa en el oficialismo, las miradas apuntaron a los cierres en la provincia de Buenos Aires. Hasta el límite del horario fijado se discutió si la fórmula bonaerense se repetiría o no. La embestida de Máximo Kirchner, en sociedad con Martín Insaurralde, fue feroz para rodear a Axel Kicillof. No les alcanzó. Recién destrabada esa situación se aprestaron a firmar los candidatos a legisladores seccionales. En los distritos, la mayoría de los intendentes se anotó para buscar un nuevo mandato con pequeñas excepciones.
Alguna vez se le escuchó decir a Hugo Curto, el ex intendente de Tres Febrero que la candidatura de Néstor Kirchner era lo mismo que “pasear un perro muerto”. Fue cuando Eduardo Duhalde les pidió a los barones del conurbano que apoyaran al patagónico para las elecciones del 2003. La frase se volvió a escuchar, tímidamente, cuando parecía que la candidatura de Eduardo “Wado” De Pedro se imponía por los supuestos deseos de Cristina Kirchner. Se alarmaron en las provincias y en los municipios, más allá que presurosos, muchos alcaldes, salieron a publicar su apoyo al Ministro del Interior. Horas después, esos posteos precoces quedaron desactualizados como la gran mayoría de los diarios del viernes.
Como se planteó en varias notas anteriores, Cristina Kirchner había dejado de ser la garantía para asegurar el triunfo en muchas comunas, pero era la más los podía acercar. Si ella ya no lo era, mucho menos sus súbditos. La boleta bonaerense llevará un Kirchner al tope, Máximo encabeza la lista de diputados nacionales pero ese cuerpo está en el medio de la sábana, que suele ser tomada por las puntas, mirando al candidato a presidente o al intendente.
¿La fórmula Massa- Rossi es garantía de arrastre? Aún es un duda que carcome a los alcaldes en las primeras horas. Pero creen que esa falta será compensada con la hiperactividad del ministro de Economía, cuál animal político que es, utilizará todos los elementos para ser competitivo. Su voluntad de hierro lo ha llevado a buscar esta postulación contra viento (inflación del 100) y marea y jamás hubiera firmado si no creyera que pueda ganar en el sprint final. No será una tarea sencilla, pero.. ¿Qué es lo simple en política? No existe.
Muy interesante fue la embestida de Máximo Kirchner para cercar a Axel Kicillof. Afloraron las viejas cuitas y desplegó al extremo su sociedad con Martín Insaurralde que estuvo en las mesas de rosca como el posible compañero de fórmula del gobernador. De esa estrategia dependía el distrito de La Matanza, donde Fernando Espinoza se había plantado en que no aceptaría otra cosa que ser candidato a intendente. Aunque no le garantizaran lista única y evitaran la interna con Patricia Cubría del Movimiento Evita, en tándem con Máximo e Insaurralde. Viejas cuitas que se remontan al 2016 cuando le sacaron el PJ bonaerense a Espinoza. Ahora recrudecieron.
La idea era ir por todo. Con Martín Insaurralde en la fórmula se podían garantizar, de ganar claro, el control del senado e imaginan a Gabriel Katopodis – hasta entrada la madrugada figuraba con posible candidato a diputado, como el próximo presidente de la Cámara Baja. Recordar que el actual, Federico Otermín, será candidato a intendente de Lomas de Zamora. La lista de legisladores de la primera sección la encabeza el massista Ruben Eslaiman, seguido por una representante de Moreno.
Pero no pudo ser. La Matanza es demasiado grande y pesada para llevársela puesta así nomas. Y, con avales de hasta el propio Sergio Massa, Magario firmó junto a Kicillof quien aún debe definir la fecha de la elección general bonaerense. Eso sí, al jefe político de Lomas de Zamora le queda de una red de aliados en la tercera y en la primera sección a los que le ha pagado en los cierres pensando en lo que viene. De todas maneras, analizaban fuentes de la tercera sección electoral que no fue el mejor cierre al que podía aspirar.
En los municipios donde gobiernan intendentes de Unión por la Patria habrá unas internas interesantes. El primero de los casos, a esta hora, es en Tigre. La inscripción de la candidatura de Malena Galmarini choca con la de Julio Zamora, el actual intendente. Aseguran que aún el juego está abierto. Pocos creen que Massa se quede de brazos cruzados ante el riesgo de no ganar el pago chico en las PASO. Pero como no sobra nada ni nadie, se verá.
La puja entre Juanchi Zabaleta y La Cámpora en Hurlingham será otro caso atractivo. El actual intendente cerró la lista con un claro gesto hacia el Frente Renovador de Sergio Massa al ubicar en el primer lugar de la lista de concejales a Fabrizio Acuña. Además incorporó a diversos sectores como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la CTA. Del otro lado, anotó cu candidatura el camporista Damián Scelsi, la mano derecha de Martín Rodriguez, segundo del PAMI quien irá en la lista secciónal. que arranca con la desventaja de no tenerla a Cristina Kirchner en la boleta. Las encuestas marcan una clara diferencia a favor de Zabaleta.
Alberto Descalzo dejará de ser el intendente de Ituzaingó el 10 de diciembre en un hecho relevante donde pondrá fin a 28 años de mandato. El apellido intentará continuar porque se postula su hijo Pablo como candidato a Intendente y él va de primer concejal. Se va pero no tanto.
No es el único caso donde los hijos buscaran suplantar a sus padres. En Ezeiza, Gastón Granados será el candidato a intendente y en Juntos por el Cambio, Macarena Posse ocupará el lugar que deja su padre para ser el compañero de fórmula de Diego Santilli.
Gustavo Menéndez irá por un nuevo mandato en Merlo, lo mismo que Leonardo Nardini en Malvinas Argentinas quien tendrá de primer concejal a Noelia Correa. Mario Ishii confirmó que jugará también y su vecino Jaime Méndez de San Miguel (JXC) irá por un nuevo mandato.
En la tercera sección electoral, también predominan los intentos de búsqueda de reelección por parte de los jefes comunales. Lo hará Fernando Gray en Esteban Echeverria, Mayra Mendoza en Quilmes, Jorge Ferraresi en Avellaneda por citar algunos casos.
Con el panorama más claro en cuanto a los nombres, llega la hora de la campaña. Ha comenzado una nueva etapa en la Argentina. Será el principio de una renovación que impacta en la provincia de Buenos Aires como epicentro del país. Ni Cristina ni Macri serán protagonistas centrales. Pero la polarización amenaza con permanecer. El peronismo con Sergio Massa a la cabeza está ante la posibilidad de formatearse con otro chip. La pelota ya está rodando.
