Ariel Sujarchuk, el intendente de Escobar, intenta diferenciarse de sus pares y mostrarse atento a la coyuntura nacional e internacional para intervenir con declaraciones que lo ubiquen por afuera de la lógica de un jefe territorial municipal. Asoma como la inspiración para buscar un sitio distinto en el ordenamiento político provincial. Sin embargo, su accionar encuentra idas y vueltas controversiales que generan dudas entre sus propios compañeros. En un carta que publicó el viernes abogó por una lista de unidad en el PJ y terminó comparando este momento de Cristina Kirchner con el peronismo de Isabel Perón y Herminio Iglesias.
“Muchos peronistas, con cargos institucionales y otros que lo tuvieron, abonarán ese camino. Algo parecido a lo que pasó en el 85, pero sin los liderazgos de aquel entonces”, sostuvo en uno de los párrafos de la misiva donde explicó porqué terminó firmando en la lista de Cristina Kirchner. “Para un peronista, es un orgullo ser parte del Consejo Nacional del PJ”, sostuvo. De esta manera realizó un giro a lo mucho que le había dicho a dirigentes peronistas que están dispuestos a construir un esquema por afuera de los designios de Cristina Kirchner.
Al traer a colación el año 85 para emparentarlo con este momento, Sujarchuk terminó ubicando a Cristina Kirchner en el mismo lugar de Herminio Iglesias. En aquel entonces, el ex intendente de Avellaneda, luego de la derrota en 1983 se quedó con el instrumento partidario, mientas que la mayoría de los dirigentes jóvenes y renovadores del peronismo fueron por afuera y lograron establecer las bases de la “renovación peronista”. Es decir, Cristina según Sujarchuk, tras una dura derrota del peronismo busca hacer lo mismo que sucedió con Isabel Perón y Herminio Iglesias, Presidente y Secretario General del PJ en ese entonces.
En aquellos días se llevó adelante la realización (el 6 de julio de 1985 en la ciudad de Santa Rosa), del Congreso de La Pampa, también conocido como el congreso de la unidad. El dirigente catamarqueño Vicente Saadi se erigió como el mediador entre Lorenzo Miguel y el titular del Consejo disidente, Oraldo Britos, resultando de las negociaciones una lista de unidad en la que se eligió un nuevo Consejo Nacional. Isabel fue nuevamente ratificada como Presidenta (a pesar de haber rechazado tanto la presidencia ofrecida en el Odeón como en Río Hondo), Saadi en la vicepresidencia primera, Triaca en la segunda y Herminio Iglesias como Secretario General. Esa unión implicó el triunfo de un con el apoyo de las 62 Organizaciones y el llamado de algunos peronistas a romper para expulsar definitivamente a los ortodoxos y verticalistas de la identidad peronista.