Por Sebastián Dumont – Periodista
Europa tiene dos antecedentes relativamente cercanos de fuerzas políticas que ascendieron en la consideración pública a partir de poner sobre la mesa el concepto de “casta” para combatir el status quo de la política tradicional. Lo interesante que los casos que se dieron en España e Italia, usaron el concepto desde posturas ideológicas distintas pero luego, cuando les tocó tener responsabilidades mayores terminaron devorados en las lógicas que decían venir a combatir. Se trata de Podemos en España liderado en su momento por Pablo Iglesias y del movimiento italiano de Beppe Grillo llamado “5 estrellas”. La analogía vale para graficar este momento político argentino en medio de un proceso electoral con definiciones clave el 22 de octubre. El escándalo en la legislatura bonaerense a partir del caso del puntero “Chocolate” Rigau expone una lógica que atraviesa a todas las fuerzas y que, en principio, será de muy difícil desarme porque se trata de un hábito que empezó a formar parte de la cultura política argentina. Mientras tanto, la pobreza alcanzó el 40 por ciento y en el conurbano la situación es aún más dramática, es pobre el 41,4 por ciento de la población.
Dista mucho de esta realidad el monumental presupuesto de la legislatura bonaerense que ya no es usado para los propios legisladores sino que, desde hace tiempo, sirve para sostener estructuras políticas y el financiamiento de las mismas. No en vano, para un dirigente provincial siempre fue más apetecible ser incluido en una lista de diputados o senadores por la provincia que hacerlo en la nómina nacional. Pero como casi todo en la vida pública argentina, se ha ido degradando hasta convertirse en algo pornográfico que se realiza a la luz del día. Sin pruritos. Pero que baja de la misma manera a las comunas. En esa lógica no se escapa nadie. Lo descubrieron a “Chocolate”, pero podría haber sido cualquier otro. De hecho, varias son las causas judiciales, algunas que duermen el sueño de los justos, por casos similares en el conurbano. Como bien se lo comparó, la sorpresa no es el hecho en sí mismo, sino visualizarlo como en su momento fue el video en la famosa “Rosadita” o los bolsos de José López.
Aquellos que conocen en profundidad los pasillos políticos de La Plata sostienen que la degradación ha sido paulatina. Y lo que antes era una práctica común que un legislador nombrara entre 5 y 6 colaboradores para engrosar su salario, ahora se descontroló a niveles insospechados. Una muestra que llama la atención siempre es que, un diputado o senador de la primera o tercera sección electoral tiene en su nómina a contratados con domicilio en La Plata o Ensenada por nombrar algunos distritos. O, cuando se auscultan los subsidios que suelen entregar los legisladores, las entidades son siempre las mismas y cercanas a la capital provincial, no de sus propios terruños. También juega un papel fundamental el devaluado peso argentino y los billetes de baja denominación que obligan a trasladar bolsas de consorcio llenas de billetes y pasar horas frente a un cajero.
Ahora será la justicia la que investigará y se verá hasta dónde llega. Lo importante es escudriñar hasta qué punto la política puede ejecutar cambios profundos y está dispuesta a prescindir de estas prácticas. Los casos de España e Italia vuelven a sobrevolar. Se grita “chau casta”, pero en determinados casos el silencio aturde.
El impacto de la noticia y la posterior anulación de la justicia al procedimiento dispararon enojos e indignación. Parece más una actuación que una sorpresa real. Hace años que la legislatura ofrece a la política una maquinaria muy aceitada de financiamiento. Cualquiera que la haya transitado sabe de operatorias habituales donde se le propone a supuestos empleados ser nombrados a cambio de tener obra social y aportes jubilatorios como única contraprestación. Por eso no extraña que entre los que fueron a declarar en la justicia por ser titulares de esas tarjetas dijeran que las habían entregado de manera voluntaria. El método no es exclusivo de la legislatura bonaerense. Sería muy complicado no encontrar casos similares en las comunas.
Existen, podríamos decir, distintas categorías de “ñoquis”. Están los que cobran un salario pero no se presentan a trabajar. Están los que cobran y “donan” mensualmente todo o un porcentaje de sus ingresos a cambio de contar con beneficios sociales. Y también hay casos – judicializados muchos de ellos – donde los políticos nombran empleados usando una copia de sus DNI y los titulares ni se enteran. ¿Cómo explotan? Cuando alguna de esas personas va a hacer un trámite al banco y ahí se entera que es poseedor de una cuenta hace años que nunca tocó y alguien cobró por él. La operatoria no puede ser efectuada sin complicidades en diversos extractos. Hay antecedentes donde han sido imputados cajeros de bancos por prestarse a las maniobras.
La descripción de la modalidad sirve para poner una cuota de realismo a lo que existe y será de complejo desarme. También ayuda a entender y explicar la enorme masa de dinero para financiar las comunas. De lo micro a lo macro. Para muestra sirve un botón.
Esta maquinaria ayuda para explicar cómo se preparan los aparatos para sostener su continuidad en octubre. Perder es más que perder una elección. Es quedar a merced de tener que desarmar una logística de años e, incluso ir a explicarla a la justicia. Eso hace también más claro el por qué los intendentes hacen todo lo posible para sostener sus distritos antes que otra cosa.
En definitiva, quienes tengan que mirar el mosaico del conurbano a partir de diciembre, no será muy distinto al actual. La permanencia primará.
¿Por qué razón si Javier Milei fue la sorpresa nacional, será muy difícil que pueda ganar alguna intendencia del GBA? Porque la mayoría de sus candidatos locales son, en algun punto, dependientes de los oficialismos municipales. Y con poca inserción real. Claro que hay excepciones, donde detrás de ellos operan estructuras económicas más aceitadas. La necesidad de llegar a 40 mil fiscales en toda la provincia es un desafío enorme para una fuerza politica nueva sino cuenta con el engranaje de las estructuras tradicionales. Sobran ejemplos donde el libertario fue a las caravanas por el conurbano y no conocía en persona a su candidato a intendente. Lo mismo con candidatos a diputados de diversas provincias que jamas cruzaron una palabra con él.
Distinto es analizar qué distritos van a cambiar de intendente con aquellos que modificaran de espacio político. No es lo mismo. Al comunas que, por diversas razones, sus intendentes actuales se alejarán pero ganarán quienes ellos mismos han promovido, o incluso ganaron la interna en Agosto. El caso más notorio es el de Ezeiza donde seguirá gobernando la familia Granados, Alejandro le dará paso a Gastón quién ya ocupa el sillón municipal por la licencia de su padre. Con este cambio, y observando lo que vaya a pasar en Ituzaingó – oeste del GBA – culminará una generación que se alumbró luego de la división de municipios que hizo Eduardo Duhalde en 1994 y comenzó a regir en 1995. Alberto Descalzo y Alejandro Granados son, al día de hoy, los únicos que se mantienen en sus distritos desde aquellos años. Camino a cumplir esa misma cantidad de dominio territorial está Mario Ishii de José C. Paz que asumió en 1999, seguramente será reelecto en Octubre aunque entre 2011 y 2015 dejó la jefatura comunal por un períodos para volver a gobernarla hasta ahora.
El cambio de época se vislumbra también en el Conurbano. A partir de diciembre, todos los intendentes que sean reelectos en octubre comenzarán a transitar su último mandato por ley. No habrá margen para nuevas modificaciones a la legislación que nació en el gobierno de María Eugenia Vidal y fue reinterpretada en diciembre de 2021 en un clásico movimiento de preservación de “casta” como le gustaría decir a Javier Milei.
Los datos del Indec sobre la pobreza permiten también confirmar otro de los grandes rasgos que dejó la elección hasta aquí y que se proyecta para octubre. Las regiones donde más pobreza hay son el Noroeste y el Conurbano Bonaerense. En los barrios más pobres ganó Javier Milei. Es donde Sergio Massa necesita recuperar y agrandar la nómina de votantes. En su entorno aseguran que lo están logrando y ya se imagina adentro del balotaje. Esa afirmación genera escepticismo en las filas de Patricia Bullrich que creen que serán ellos los protagonistas de la segunda vuelta. En cualquiera de los casos, Argentina ha iniciado, como suelen decir los economistas, su “soft landing” hacia una nueva morfología política y nuevas alianzas. En definitiva, hacia una nueva era.