Asoma en el peronismo un fenómeno que se está gestando. Por su carácter bizarro no debería ser subestimado. Y es la relevancia que va adquiriendo el ex secretario de comercio Guillermo Moreno. En la última elección no alcanzó ni siquiera el piso para poder pasar de las PASO a las generales. Fue acompañado en las listas por personajes como Luis Delia y otros refractarios a la opinión pública. Sin embargo, ahora adoptó una modalidad similar a la que llevó a Milei a ser popular: muchas redes, poseer definiciones “zocaleras”, como aventurar que el Presidente no durará más de seis meses. Postear videos en TikTok que enganchan. Y hacerlo en nombre de un peronismo que se ha perdido en medio del avance de La Cámpora y Cristina Kirchner. Panelista de televisión e invitado en diversos programas porque garantiza rating, Moreno empezó a ser recibido por intendentes del conurbano en público y privado. En una de las últimas reuniones se lo vio con Facundo Moyano, quien viene de pedir una autocrítica al peronismo para volver a ser opción. Detalles que no pueden ser pasados por alto donde lo que hoy parece inverosímil puede dejar de serlo. El ejemplo Javier Milei lo ha dejado más que claro.
La reciente ha sido una descripción de algo que está pasando. Desmembrado tras la derrota del año pasado, el peronismo se observa como los restos de un vidrio estallado en varias partes. El tema es que la realidad y algunas voluntades tienen intenciones de comenzar a juntar los pedazos. El problema no es si lo hace Moreno o quién, el tema es la autoridad politica de los actores relevantes para hacerlo. Tiempo al tiempo. Pero habrá que anotar estos movimientos en la cronología política que viene. Le paso lo mismo a lo que fue alguna vez Juntos por el Cambio. La votación de la Ley Omnibus lo puso en claro.
El gobierno de Javier Milei se topó con la realpolitik – En alemán, el término es utilizado para distinguir las políticas realistas de las políticas exageradas.- . Y con una particularidad del rasgo personal del Jefe de Estado donde en su vida particular no ha estado acostumbrado a negociar. No se puede hacer una revolución a las patadas sin contar con las herramientas básicas para poder avanzar. Es como ir a la guerra sin tener claro cuál es la logística y con que recursos se cuentan. Está claro que la aprobación popular es un elemento central pero no determinante, porque así como el Jefe de Estado tiene legitimidad, también la tienen los diputados, senadores y los gobernadores. Es más, ya hay voces internas que hablan de un primer semestre dividido en tercios, el primero de ellos con tensión política y el segundo adicionándole tensión social en las calles como consecuencia de la caída del nivel de actividad y los efectos de la inflación con la actualización tarifaria. Un combo complejo que ya empieza a ser tema de discusión en las mesas políticas del conurbano. Si falta la comida todo puede agravarse – tema para próximas entregas es quiénes están detrás de la provisión de comida desde hace años – . De hecho, esta jueves organizaciones piqueteras marcharán a la puerta de los supermercados a pedir alimentos. Rémoras de la previa del 2001, aunque, objetivamente, el escenario es muy distinto. También se disparan los hechos de inseguridad violentos con asesinatos incluidos que ya no son propiedad exclusiva de los conurbanos, sino de pueblos del interior acostumbrados a vivir con tranquilidad que empiezan a añorar.
Imposible no recordar aquellos tiempos ante la llegada de Daniel Scioli como nuevo Secretario de Turismo, Deportes y Ambiente. Ocupó la misma cartera cuando asumió Adolfo Rodríguez Saa en 2001 y fue el único que continuó con Eduardo Duhalde desde enero de 2002. De allí, el ex motonauta se consagró vicepresidente de Néstor Kirchner. El resto de la carrera de Scioli es harto conocida. Y no debería sorprender. Hace tiempo que aquí contamos lo siguiente: “El elenco del nuevo gobierno deja trascender la fuerte influencia que tuvo en su vida su paso como economista jefe de la Fundación Acordar en el año 2015. De aquella experiencia surgieron lazos que ayudan a explicar los primeros pasos. El más importante, sin duda, es el de Guillermo Francos, quien ya asumió la tarea del ministro político que será. Por ejemplo, su reunión con gobernadores y legisladores opositores para encapsular la gobernabilidad que terminará teniendo el gobierno. Junto a Francos se encuentra su eterno ladero Lisandro Catalán -hijo de un recordado dirigente del Partido Federal, que heredó Francos-. Ambos comparten oficina desde aquella experiencia organizada para apoyar la ambición de Daniel Scioli. Si hubo alguna coincidencia fue que nada tenían que ver con el kirchnerismo. Fueron los días cuando Javier Milei hablaba del Ku Klux Klan para referirse al oficialismo político de entonces.
Pero también en la provincia de Buenos Aires se mueven las fichas en función de las pujas internas. El gobernador Axel Kicillof terminó de definir que un hombre de Mario Ishii, Roni Caggiano se haga cargo de la estratégica oficina de Vialidad Provincial, un sitio que era apetecido por el actual Ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis. En un movimiento extraño, la semana pasada quien era mencionado para ocupar ese lugar era Gustavo Arrieta, ex intendente de Cañuelas y quien ocupo esa misma silla pero en el gobierno nacional hasta el 10 de diciembre de 2023. El ex alcalde, esposo de Marina Fassi, actual Jefa Comunal de dicho distrito, se mostró con Máximo Kirchner en plenas negociaciones. Pero, dedicó dar un giro y ser uno de los referentes territoriales que recibió y difundió la llega de Guillermo Moreno a su distrito.
La gran pregunta es si todo el proyecto de Javier Milei es sustenable en el tiempo. Sospechas de negocios o negociados atrás de ciertas designaciones oscurecen las nobles intenciones que ha planteado el libertario a la hora de darle pelea a la casta política. La semana pasada, por ejemplo, adelantamos que la tensión entre el Jefe de Gabinete Nicolás Posse – la línea Eurnekian – con el Ministro de Infraestructura era insoportable. Y dimos un caso concreto que fue el siguiente: “La controversial manera en que se arma el gobierno de Javier Milei permite encontrar situaciones muy particulares en distintas zonas del organigrama, sobre todo en las empresas del Estado a las que promete privatizar. Un caso es el de Ferrocarrilles Argentinos, que durante el gobierno de Alberto Fernández estuvo bajo la orbita del massismo, aún no tiene un titular designado aunque está en proceso de concretarse. Y ahí está lo llamativo.
En los próximos días asumirá al frente de las empresa SOFSE Adrián Luque, quien venía ocupando el cargo de responsable jurídico. El que avalaba legalmente con su firma la gestión de Martín Marinucci. La primera reacción podría ser lógica: la continuidad de Massa tras los vínculos subterráneos que le adjudican con La Libertad Avanza. Pero no. El ex ministro de Economía se enteró más tarde. Luque responde al empresario del conurbano, Fabián Carballo. Conocido por haberle prestado servicio de traslados aéreos a Sergio Massa, su influencia con el poder se ha venido agigantando con los años. De muy bajo perfil, Carballo fue uno de los encargados de darle sustento al armado de listas de la Libertad Avanza en diversas comunas, entre ellas José C. Paz, donde tiene varias explotaciones comerciales. El tema fue tratado en su última columna por el periodista del diario La Nación Carlos Pagni y habría sumado como más de los detonantes de la salida de Ferraro. A lo que se le sumaron otras pujas no demasiado visibles para el gran público pero que cuentan con manejo de fondos y poder muy importantes.
Las idas y vueltas de la coyuntura diaria, muy movida por cierto, quizá restan tiempo para analizar una variante sobre la experiencia de Javier Milei al frente del gobierno argentino. La atención que genera en el mundo no es producto ni de la casualidad ni de sólo su estilo particular y el ascenso meteórico por el que se ha calzado la banda presidencial. Tampoco resulta inocuo pensar que empresarios como Elon Musk se dedican a elogiarlo por la simple razón de coincidir con sus postulados libertarios. Hay algo más. Vale la pena, al menos analizar si no estamos ante un cambio de era que llega además acompañado del desarrollo de la inteligencia artificial, cuyos alcances han sido discutidos recientemente en el foro de Davos. O casualidad, en el mundo actores como China y Rusia se oponen a esta lógica. Ambos países ubicados en las antípodas del Presidente Javier Milei.
Sebastián Dumont
