El resultado de las elecciones el 27 de octubre traerá consigo un nuevo mapa político del conurbano bonaerense. El mismo dará un nuevo equilibro de fuerzas en el peronismo y también en Cambiemos donde se preparan para ser oposición desde el 10 de diciembre. Todo ello si, claro está, se repitieran los resultados de las elecciones primarias y no existieran alteraciones en la conducción de los distritos con sus actuales jefes comunales y, por otro lado, la llegada de nuevos intendentes. En ese contexto, ya existen pujas para las conducciones seccionales que tienen un correlato en el poder de la legislatura de la provincia de Buenos Aires.
El mapa del peronismo. Los intendentes de esa procedencia, tanto en la primera como en la tercera sección electoral han tenido resultados holgados en las primarias que presagian su continuidad para un nuevo mandato. Los próximos serán sus últimos 4 años teniendo en cuenta la ley que frenó la reelección indefinida para los alcaldes, concejales y consejeros escolares. Por ello, al margen que hay idea de revisar esa disposición, no será menor tener en cuenta esa detalle para explicar algunos movimientos. La decisión de Cristina Kirchner de ubicar a Axel Kicillof como candidato a gobernador es la confirmación de buscar desde ese territorio proyectar la idea a largo plazo que tiene nombre y apellido: Máximo Kirchner 2023. Por esa razón, hay que observar con detenimiento los distritos donde desde diciembre podría gobernar un intendente de la agrupación ya no tan juvenil “La Cámpora”. Como suele contestar Alberto Fernández a quienes le preguntan por dicha influencia “son adultos, moderados y no me han pedido nada en particular”. El más cercano al candidato presidencial es Eduardo “Wado” De Pedro, una especie de canciller que se llevan bien con todos los sectores del Frente de Todos, de allí que se lo mencione como el próximo ministro del Interior. Además de tener contactos con el mundo empresarial y judicial.
Los intendentes que sean reelectos ingresaran a su último mandato. Tendrán fecha de vencimiento. Es por eso que, algunas acciones de campaña de hoy, avizoran las maniobras del futuro. Hay que mirar con detenimiento quienes son los candidatos a primeros concejales en esos casos porque podrían asumir las intendencias en 2021. En la mente de varios alcaldes está la de emigrar en esa fecha para evitar lo que será el embudo del 2023 cuando todos busquen un lugar en las listas de diputados y senadores. En ese marco, La Cámpora busca consolidar su propio espacio y despliegue territorial. En estas elecciones se anotan con posibilidades de ganar los distritos de Quilmes, Tres de Febrero, Luján, La Plata y General Pueyrredón. En la actualidad, Juan Ustarroz gobierna Mercedes. Para el 2023 irían por más comunas teniendo en cuenta a los peronistas que no podrán renovar.
En la semana se dio un caso que muestra con claridad estas maniobras. Axel Kicillof volvió a recorrer distritos de la primera sección electoral en su metodología de campaña que lo popularizó: a bordo de un Renault Clio conducido por Carli Bianco – posible jefe de gabinete – y acompañado de Jessica Rey quien recibe las demandas de los periodistas que se han potenciado mucho más después de las primarias. En la agenda original se habían establecido visitas a los distritos de Mercedes, Luján, General Rodriguez, San Miguel y Tres de Febrero. Pero ello luego se ajustó. Se evitó San Miguel. ¿Las razones? Es posible que, tras las primarias, donde el intendente local Jaime Mendez (Juntos por el Cambio) fue el más votado las esperanzas de ganar no sean las mismas. Pero hay un detalle, si en el futuro La Cámpora quisiera tener esperanza de gobernar ese distrito le convendría que siga el actual y no gane Franco La Porta el candidato del Frente de Todos, ya que de hacerlo inauguraría su primer mandato y tendría reelección en 2023. Detalles que parecen menores. Pero no lo son. De allí la importancia de los postulantes “Sin Tierra” para ubicarse como “apadrinados por”. Se dividen: o están bajo el paraguas de los actuales intendentes, de Massa o de La Cámpora. En ese punto se juega parte de la interna. Lo peor es querer ser un poco de todos, para no ser de ninguno.
En el tablero de ajedrez de los intereses del Frente de Todos, los tentáculos seccionales de Eduardo “Wado” de Pedro no son menores. Su hermano Juan Ustarroz gobierna Mercedes, otro de ellos se lo menciona como posible ministro de Justicia de Axel Kicillof. Pero además, en la lista de diputados por la primera sección, en el tercer lugar está Santiago “Lalo” Révora. El joven es de Mercedes y podría ser un tapado a la hora de la discusión de la nueva conformación de las autoridades de la Cámara de Diputados Bonaerense. El sitio que supo ocupar Manuel Mosca es de los más apetecidos, pero también lo es la vicepresidencia ya que existe la “doble firma” por lo que ningún expediente circula sin la rúbrica de ambos.
La otra elección que habrá que observar el 27 de octubre es la de los porcentajes que obtengan cada intendente en sus municipios. Es la vara con la que suelen medirse para sentarse en la mesa de las peticiones presentes y futuras. Las ultimas representaciones en los gabinetes provinciales nunca estuvieron acorde a la preponderancia de los votos que representan cada uno de ellos. Está vez, muchos de ellos, están seguros que la historia será diferente.
Otra de las preguntas que asoman en el horizonte está vinculada a los intendentes de Juntos por el Cambio que hacen campaña a favor del corte de boleta a favor de Alberto Fernández. Varios de ellos tienen alguna procedencia política vinculada al peronismo antes de sumarse a Cambiemos. Si logran retener sus comunas habrá que observar si buscarán ser parte de la oposición y apalancar a María Eugenia Vidal como máxima referente bonaerense o empezarían a preparar el pasaporte para migrar, una vez más, al justicialismo. Historias de estas abundan. No sorprendería.