“Le soltaron la mano”, “ya no tiene el poder de hacer lo que quiera como antes”, “el poder político no lo respalda”, son solo un breve ejemplo de las frases que se recogieron en una rápida recorrida por diversos actores de la vida pública del municipio de San Isidro ante la consulta de la influencia del empresario Fabián Narváez en diversos negocios que marcaron la vida del distrito durante años, pero fuera de esa geografía también. Un proyecto polémico que, al momento está frustrado fue el comienzo del fin de la influencia de este hombre que suele pasearse por el distrito con autos de lujo.
El año pasado, cuando aún gobernada el distrito Gustavo Posse, se generó una fuerte polémica por la presentación de un proyecto de construcción de un pequeño barrio privado sobre la calle Elcano y Alvear, donde actualmente funciona el bar Malloy´s, en el bajo de Martínez, en la costa del distrito.
Ese desarrollo inmobiliario, impulsado por la firma Narvaez, contempla la construcción de 8 viviendas de 600 m2 cada una, ya cuenta con la aprobación del municipio de San Isidro, y se proyectó de manera legal cumpliendo el Código de Ordenamiento Urbano (COU), según afirmó el mismo Fabián Narváez cuando el tema copó la agenda política y llegó al concejo deliberante.
De todas maneras, si estuviera todo el regla como se sostuvo, no se explicaría por qué, el ex intendente municipal envió al Concejo Deliberante local un proyecto de decreto para que a partir de ese momento – octubre de 2023 – no se permita la construcción de viviendas en lotes privados sobre la costa y que la zona ribereña se mantenga sustentable. Primera señal que las cosas estaban cambiando. Ya por ese entonces, Posse sabía que no seguiría siendo intendente por que su hija había perdido la interna con quien ahora es el alcalde, Ramón Lanús.
El empresario Fabián Narváez, vinculado al rubro de los remates entre otras de las varias empresas en las que aparece según información judicial, tomó nota que el apoyo político ya no era el de antes.
Conjunto de Viviendas Unifamiliares Agrupadas: bajo ese nombre se autorizó su construcción el 10 de noviembre del 2022 según el Decreto número 1974, firmado por Alberto Mauricio Tripoli, concejal oficialista, en representación del Poder Ejecutivo según publicó el diario La Nación. Según el documento, el proyecto estará a cargo del arquitecto Mario Roberto Álvarez y sujeto al cumplimiento de las condiciones urbanísticas, ambientales y administrativas para la aprobación definitiva y el otorgamiento del permiso de construcción en un plazo de 180 días.
En esos tiempos, en una sesión extraordinaria realizada el lunes 9 de octubre, por unanimidad el legislativo local decidió que la propuesta presentada por Posse sea debatida en la comisión de Planeamiento y Urbanismo.
De toda maneras, los vecinos siguen con la incertidumbre sobre lo que pasará en ese predio. En el mes de abril pasado se presentaron ante la justicia debido a que denuncian irregularidades en la aprobación municipal del proyecto con el fin de omitir el daño ambiental que podría ocasionar. Son ocho viviendas, con un costo que arranca en 1,5 millones de dólares, que impedirían a los ciudadanos tener acceso al río.
“Mostramos documentación sobre el asunto de fondo, es decir, quienes dicen ser titulares de dominio no pueden acreditar ser propietarios porque no poseen títulos perfectos”, expresaron los vecinos a medios regionales, según consiga el medio Código Baires. El tema está bajo la lupa por estas horas en la administración del intendente Ramón Lanús.
¿Quién es Fabián Narváez?
El empresario inmobiliario detrás del polémico proyecto es alguien mu conocido en la zona. De estrechos vínculos políticos con la familia Posse, supo construir un “imperio” que luego diversificó en otros rubros como, por ejemplo, los remates. En el año 1994 comenzó con ese rubro que luego creó Narvaez Superbid como resultado de una fusión entre esta pyme argentina y la mayor compañía de subastas online de Brasil, según informó el diario el Cronista en el año 2015. Entre sus clientes figuraban empresas como Aluar, YPF, Edenor o Telecom. Mismas compañías que ahora empezaron a observar con mayor detenimiento el cambio de aires políticos y un nombre que ya no abriría las mismas puertas que en otros tiempos.
Sebastián Dumont
