Mario Ishii reafirmó su capacidad de movilización en el peronismo y dejó la puerta abierta para anotarse en la discusión provincial. El acto que organizó y que lo tuvo como invitado especial a Máximo Kirchner excedió los movimientos pensados sólo para discutir poder local en el marco de un momento donde en un distrito como José C. Paz, los números en las encuestas le son favorables tanto a él como a Cristina Fernández de Kirchner. El motivo de la movida política fue recordar el 27 de abril de 2003 cuando Néstor Kirchner comenzó su camino a la presidencia de la República. Pero más allá de la efeméride, es el comienzo formal de la campaña a poco menos de dos meses del cierre de las listas. La sensación que hubo en la tarde paceña es que Cristina estará anotada en la contienda.
No son tiempos sencillos para convocar y concentrar miles de vecinos en una tarde de otoño. En ese punto, el intendente de José C. Paz Mario Ishii dio una nueva muestra que ya no quedan alcaldes dispuestos a generar estos movimientos, sobre todo en tiempos donde muchos políticos creen que la acción pasa casi de manera exclusiva por las redes sociales. Y descreen de las grandes concentraciones. Pero en las redes no hay mística. La misma que el peronismo suele regenerar cuando, además, olfatea que puede volver al poder nacional y provincial.
Tras haber estado durante tres años abocado a la gestión local y sin participar de la “rosca” del resto de los intendentes del PJ, el paceño puso primera en el año electoral. En este tiempo trato de hacer una tarea de contención en el distrito y alrededores sobre una situación social que se venía degradando. Por ello, nunca interrumpió el diálogo con el gobierno provincial sin dejar de advertir las carencias en el envío de fondos para la comuna. Pero ahora es distinto. Llega el momento de las definiciones. En un distrito como José C. Paz los números son muy elocuentes. Si Cristina Kirchner es candidata puede superar el 50 por ciento de los votos allí. ¿Dónde va a estar Mario Ishii si no es allí?
Además lo une con la familia Kirchner una relación muy particular. Cada 27 de octubre viaja a Santa Cruz para visitar el mausoleo donde descansan los restos de “su amigo”. Es por ello que Ishii suele decir “nadie le dio tanto a José C. Paz como Néstor y Cristina Kirchner”. Y este sábado lo reafirmó dandole un marco para que cierre Máximo Kirchner el acto y deje varias señales. La primera es que cada vez queda más en claro que su madre será candidata. Un detalle: hubo muchas críticas a la gestión de María Eugenia Vidal. Quizá se trate de adelantar a donde apuntar los dardos por si avanza el plan V. Es una opción. Pero la otra es que el peronismo cree que está mas cerca hoy de ganar la provincia de Buenos Aires que el gobierno nacional. Al menos por ahora.
A la hora del discurso de Mario Ishii hubo comparaciones con la herencia que recibió Néstor Kirchner y la que recibió Macri, donde según los números esbozados, todos los indicadores empeoraron desde el 10 de diciembre de 2015. Pero además un mensaje directo a uno de los temas más candentes. “Basta de persecución judicial para Cristina y su familia, no queremos más presos políticos en la Argentina”, sostuvo Ishii quien en el momento en que comenzaron los insultos a Mauricio Macri los frenó. “No es momento para putear, ya habrá tiempo en las elecciones de hablar con los votos”.
Movilización
El peronismo de José C. Paz tiene una característica muy especial. Cada una de las agrupaciones muestra su capacidad de movilización. Algunas se destacan sobre otras de manera muy notoria. Los cuatro dirigentes que suenan como candidatos a primer concejal volvieron a poner en escena su capacidad de fuego. Se trata de Roni Caggiano, Pablo Mansilla, José Pérez – el más cercano a La Cámpora – y Rodolfo Pino. En otros casos como la histórica agrupación por la Ruta de Perón que supo manejar Juan Carlos Denuchi, ha visto disminuida su capacidad de reunir militantes.
De todas maneras, algunos detalles no pasaron por alto. Uno de ellos fue ver al hijo de Mario Ishii, Fabio, encabezar la columna junto a Roni Caggiano. En la política este tipo de señales nunca son inocentes. Y tienen significado.
El termómetro de la multitud permitió medir que la discusión política paceña está en su punto más alto. Mario Ishii volvió a mostrar que su juego excede los límites del distrito y que, más allá de las presencias de dirigentes de distritos vecinos, se puso al frente solo de esta acción. A la espera de definiciones. Cada vez falta menos.