La pandemia del coronavirus está reconfigurando el escenario político desde lo niveles más elevados hasta los propios territorios comunales. Son tiempos donde los oficialismos, más allá de su procedencia particular, logran una monopolización de las acciones y avanzan en movimientos hegemónicos ayudados por la parálisis oficial legislativa en los concejos deliberantes. Pero además, los tiempos de emergencia les permiten decidir sin tener que dar demasiadas explicaciones al resto del arco político. Veamos hoy el caso de San Miguel.
El gobierno de Jaime Méndez, desde que se declaró la cuarentena el 20 de marzo por parte del gobierno nacional se ha mostrado activo en varios ámbitos más allá de alguna controversia con respecto al reparto de la comida y al control de precios que se vieron muy aumentados en los primeros días. Pero salvo excepciones, las voces de la oposición están muy calladas.
La semana pasada, el ejecutivo decidió encabezar una reunión y convocar a representantes de distintos sectores políticos para explicar cuáles son las determinaciones que viene tomando para mitigar los efectos del coronavirus en el territorio donde hasta el momento fallecieron dos personas y las camas de terapia intensiva por la enfermedad sólo son ocupadas por un par de pacientes.
La voz que más se alzó en ese encuentro fue la del presidente del PJ local Juan José Castro que, con información precisa del gobierno nacional y provincial, cuestionó algunos números que esbozó el alcalde local. Pero además apuntó a la comida que se está repartiendo a la que consideró insuficiente y de poca calidad en función de lo que se manifiesta estar gastando. Al margen de las críticas, al ex concejal del Frente de Todos y muy cercano a funcionarios nacionales se lo vio en tareas de ayuda a las fuerzas de seguridad local como el caso la entrega de máscaras de protección facial. En tanto, junto a su hermano el edil Juan Manuel Castro también visitaron el hospital Larcade para entregar material al personal de salud allí.
Estas movidas muestran un accionar político que suele ser habitual en Castro desde la presidencia del Partido Justicialista aún antes de la llegada del coronavirus en el conurbano. No hay mucho más para agregar de las fuerzas de la oposición que, hasta ahora, poco han mostrado en esta cuarentena donde muchos prefieren resguardarse, y con razón, del “enemigo invisible”.
No obstante, el ex candidato a Intendente Franco La Porta hizo público en las redes sociales que su bloque había donado parte de su dieta como ediles para poder comprar material de prevención e higiene contra la enfermedad. El recorte de salarios es toda una cuestión que está generando, por ahora, más críticas internas que publicas. El gobierno decidió que los cargos más jerárquicos recortaran sus sueldos en un 30 por ciento. Pero no fueron los únicos, también le tocó a funcionarios que cobran por encima de los 70 mil pesos aunque en niveles de reducción porcentuales más bajos.
Por ahora, la pandemia ayuda a disimular enojos y tensiones que van creciendo. También es funcional para que algunos sectores opositores sigan haciendo la plancha.
