Por Sebastián Dumont
“Desde hace un tiempo importante, una pregunta sobrevuela distintos ámbitos: ¿Cuándo explota esta situación compleja que vive la Argentina? Quizá sea tiempo de dejar atrás el interrogante y pensar que esto ya ocurrió de una manera distinta a la que conocimos como la principal crisis desatada desde diciembre de 2001. Suele esperarse para certificar que la complejidad social y económica ha llegado a su límite, reacciones violentas como los saqueos generalizados. Pero no. El hecho que no sucedan no son sinónimo hoy de la degradación a la que ha arribado la Argentina en todas sus capas sociales. Es en este nuevo contexto que deben moverse los aspirantes a conducir los destinos nacionales, provinciales y locales. Y es un desafío adicional para los sindicatos tradicionales”. Este encabezado se adapta a todo lo que ha sucedido en las últimas horas, con el episodio de la golpiza al Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, como caso más claro. En realidad, el texto corresponde a una nota publicamos en septiembre de 2022. La sensación y el interrogante continúa. La respuesta es sinuosa. La decadencia evidente. La incertidumbre electoral va en aumento.
La piña a Sergio Berni puede ser la expresión de muchas cuestiones. No vale la pena aquí ahondar en esas lecturas que ya han atravesado los medios y las mesas políticas todas. Pero sí abre la posibilidad de hacerse otra pregunta: ¿Habrá una piña electoral?. Crece entre los analistas y asesores en el Frente de Todos y el Juntos por el Cambio, el temor al efecto Javier Milei. A lo publicado la semana pasada sobre el escenario de los tres tercios, se le suma una novedad. Y es la firme posibilidad que en la noche de las PASO, los “zócalos” de los canales de noticias titulen: “Ganó Milei”.
Esa aseveración la hacen cada vez más actores porque es claramente posible que suceda. Si como se prevé habrá internas en Juntos por el Cambio y en el Frente de Todos – Wado de Pedro dice que así será – el economista libertario podría ser, en términos individuales, la persona más votada. Y ¿Después que?
Para evitar esa foto en la noche de las primarias, todo parece ser válido. En esa línea se enmarca el posible acuerdo para sumarlo a una primaria de Juntos por el Cambio a José Luis Espert como candidato a presidente – ¿Hará fórmula con Roberto Cachanosky? – para colectar votos liberales. Esa posibilidad ya tuvo repercusiones de todo tipo. Hay quienes la saludaron y otros dudan. Por caso, Joaquín De La Torre le envió un guiño a Milei cuando dijo que es él quien tiene votos y no Espert. Por otro lado, el pre candidato en Pilar Andrés Antonietti dijo que “Esta en el ADN del PRO la agenda de la libertad desde que surgimos como expresión política después de la debacle del 2001”. Sólo algunos ejemplos de las reacciones en la interna de Juntos por el Cambio.
“No es fácil después de un escenario así salir a explicar que en realidad la sumatoria de los candidatos de la interna se van a acoplar para las elecciones generales”, cuenta alguien que asesora a uno de los candidatos a gobernador de Juntos por el Cambio. Pero además se suma otro elemento. A medida que la tensión vaya en aumento, por ejemplo, en el PRO, será muy difícil después de las PASO, quien pierda pedirle a su electorado que acompañe a quien lo o la venció en esa contienda. El ejemplo reciente del año 2015 en la interna bonaerense entre Aníbal Fernández y Julián Dominguez fue concluyente. No hubo manera de suturar las heridas de una campaña muy sucia. Hay quienes observan que la elevada tensión entre Larreta y Patricia Bullrich puede llevar a una situación parecida, gane quien gane. En el Larretismo hay preocupación. Crecen las miradas críticas sobre el rumbo de la campaña y el mensaje de “paz y amor” que hoy parece no sumar. Incluso le reclaman al Jefe de Gobierno que su proselitismo tenga “un propósito. Patricia Bullrich lo tiene, Javier Milei también, Horacio no lo muestra con claridad”, sostienen.
“En una interna ganan las posturas extremas”, afirma otro de los consultores que sigue de cerca el armado de la oposición luego de la decisión de Mauricio Macri de no subirse a ninguna candidatura.
Sin Cristina Kirchner en el escenario electoral, se refuerza la posibilidad que el líder libertario sea el más votado en las Primarias. Una encuesta que se hizo durante el mes de marzo sólo encargada por un intendente del segundo cordón del GBA arrojó datos interesantes. Si Cristina Kirchner fuera candidata sacaría cerca de 40 puntos y en la interna de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich le gana por 10 puntos a Horacio Rodriguez Larreta. En este caso, Javier Milei orilla los 18 puntos. Se trata de una de las comunas más pobladas del Gran Buenos Aires. Los números le agregan dolor de cabeza al Jefe de la Ciudad. Se presumía que en el conurbano podría sacarle ventaja a Bullrich. No parece que eso se esté dando así. Al menos por ahora. De alguna forma, Axel Kicillof y Sergio Berni le han extendido una colaboración inestimable a “Pato”. La pusieron en el centro de la escena luego del asesinato del chofer Daniel Barrientos. Además, las intrigas son tan insólitas que lo único que logran es que gane más adeptos Bullrich, hasta por solidaridad ante burdos ataques.
Patricia Bullrich aún debe definir su candidato a gobernador. Se diluye la posibilidad de ir a una elección con el esquema “Y”. ¿Qué va a primar en esa determinación? Se le preguntó a un integrante importante de ese espacio político. La respuesta dejó pistas. “Será alguien que le pueda garantizar a Bullirch que en la provincia se podrá sostener su idea de transformación y que pueda tener nexos con el peronismo que seguria pisando fuerte en el conurbano si no logra ganar la elección”. Por ahora, los postulantes siguen siendo Joaquín De La Torre, Javier Iguale y Néstor Grindetti. En la lista, pero lejos de Bullrich y cerca de Vidal, insiste Cristian Ritondo.
Aún es una incógnita el candidato a gobernador de la Libertad Avanza. No hay ninguna chance al momento que sea Fernando Burlando como se especuló y, si bien se barajaron ciertos nombres, lo real es que aún la definición está lejos. En la tarea que lleva adelante Sebastián Parejas para ordenar la provincia, ya han logrado constituir las mesas en casi los 135 distritos. Allí son conscientes que en el conurbano se “tragaran algún sapo” en cuanto a recibir en sus filas “enviados” de los oficialismos locales, pero no parece ser un tema que les preocupa. Sino más bien hay algo más profundo que empezaron a mirar y es llegar a tiempo con la estructura aceitada por si llega a plasmarse el importante apoyo que cada vez más encuestas observan. Como lo definió un experimentado analista de la realidad bonaerense: “no vaya a ser cosa que están armado una balsa para navegar en la laguna y se encuentren con un tsumani”.
Mientras tanto, el gobierno libra sus propias batallas. El ministro de Economía Sergio Massa muestra una encomiable tarea de encontrar argumentos y acciones para que las condiciones económicas no se devoren al gobierno que integra. Está convencido que el próximo presidente tendrá condiciones muy distintas – mucho mejores – a las actuales. Claro, para eso habrá que llegar a cruzar el río. Ahora lanzó el dólar para el agro con un tipo de cambio a 300 pesos. Al mismo tiempo, empresarios daban cuenta de realidades palpables complejas tales como la recepción de información de sus proveedores sobre aumentos del 25% en dólares. “Es como consecuencia de una nueva normativa de la AFIP donde las retenciones a las importaciones que se tomaban en la declaración jurada del mes siguientes, ahora deben inmovilizarse 9 meses con su correspondiente costo financiero”, explicó un industrial a este medio. Pinturas de una Argentina que se empecina en evitar la explosión. La Piña.