Fernando Ulrich economista brasileño socio de “Liberta Investimentos”, egresado de la maestría de economía austríaca en la Universidad de Madrid en una reciente entrevista basada en las razones del aumento del dólar en su país y la preocupación por el aumento del gasto público en el gobierno de Lula, soltó una frase sobre Argentina que podría ser descriptiva y resumir la mayor sorpresa que significó el primer año de Javier Milei en el gobierno. “Desde el exterior se esperaban más dificultades en el congreso y en las articulaciones políticas por su personalidad. Al final nos hemos sorprendido más por ello que por las reformas económicas que emprendió”. Es muy interesante esa mirada porque está desprovista de la contaminación clásica del ambiente político local. El activo de haber podido orientar la política hacia el puerto que quería el gobierno libertario sin poseer ni mayorías parlamentarias ni estructura territorial ha sido lo más novedoso, sin dudas. Y que ayuda a proyectar el 2025 con más certezas que dudas sobre su muñeca para alcanzar los objetivos.
Es cierto que el año electoral que acaba de comenzar tendrá los ingredientes habituales de pujas que podrían derivar en un punto final para dirigentes con mucha influencia en la vida pública de los últimos 20 años. En la figura de Cristina Kirchner y Mauricio Macri se resume el antes y después qué podría significar el resultado electoral que vaya a darse en 2025. En la ciudad de Buenos Aires se juega la permanencia del PRO y de Macri como actores relevantes en la vida política argentina y en la provincia de Buenos Aires se definirá qué morfología tendrá el kirchnerismo. Y otra gran incógnita es si Axel Kicillof puede alumbrar un nuevo liderazgo dentro del peronismo. Por lo visto a fin de año, son más las dudas que las certezas, teniendo en cuenta que el golpe de puño sobre la mesa para desafiar abiertamente a Cristina Kirchner no llegó. ¿Llegará?
Así como Axel Kicillof comenzará el año sin el presupuesto aprobado, tampoco Javier Milei tendrá el suyo. En el caso del gobierno nacional es una situación inédita que, durante dos años seguidos no se apruebe la ley de leyes. Pero más raro aún es que la política en general lo tome casi con normalidad. Es verdad que sin presupuesto los gobiernos tienen la potestad de direccionar las partidas y hacerlas a su antojo con la discrecionalidad que otorga la maniobra, sobre todo en un año electoral. Pero es muy extraño lo que sucede en Argentina con este tema. Es justo decir también que, por lo general, los presupuestos eran subestimados para poder luego con mayor recaudación poder mover partidas a gusto y placer. Pero al menos se hacía la pantomima de cumplir la ley.
Diversas alquimias electorales asoman como posibles en las especulaciones de cómo se ordenará la oferta electoral donde, se presume, la Libertad Avanza pondrá un énfasis distinto en capturar la Ciudad de Buenos Aires que la Provincia de Buenos Aires. Y eso responde a un elemento clave, la puja con Macri por la nitidez de quien conduce el espacio de la centro derecha. Por eso, Macri es para Milei más molesto que Cristina Kirchner. Son tan diversas las fórmulas posibles que se arrojan que suelen aparecer algunas insólitas. Como adelantamos en una publicación en la red social X el 4 de diciembre, hasta se cree que en el peronismo podría haber un enroque y Cristina Kirchner ser candidata la ciudad de Buenos Aires dejándole a Massa que sea cabeza de lista en la provincia de Buenos Aires.
Párrafo aparte para Sergio Massa. Se mantuvo en silencio público durante todo el 2024, incluso con un libro que anunció iba a publicar y nunca vio la luz. Y terminó el año con más poder que antes en territorio bonaerense. La Presidencia de La Cámara de Diputados está en manos de Alexis Guerrera, otrora Ministro de Transporte de la Nación y, como fuimos adelantando durante todo el año, se produjo en las últimas horas del año el cambio en la cartera de transporte bonaerense con la salida de Jorge D´Onofrio y la llegada de Martín Marinucci. Como Massa ya no consideraba a Donofrio propio, el líder del Frente Renovador recupera el manejo de un ministerio clave. No es casual que en su posteo de despedida, D´Onofrio reafirme su pertenencia a las huestes massistas. Fue como decir, “si yo estoy manchado de corrupción, también lo estás vos”. El último tirón de la solapa para dejar manchada la escena. Por otra parte, se cumplió lo que pedía el gobernador que era no ser él quien tuviera que tomar la decisión de echarlo, sino que el ex funcionario renunciara. Tampoco fue inocuo la publicación del Ministro de Gobierno Carlos Bianco al agradecer con mucho afecto a D’Onofrio por su labor. Ese vínculo se había solidificado al extremo de asegurarse en los pasillos bonaerense que, parte de las “efectividades conducentes” sirvieron a los fines de organizar las movidas políticas del gobernador en su idea emancipadora de La Cámpora. En este aspecto sobrevuela el término “procrastinación” que tanto se utilizó para describir a Alberto Fernández y el inconcluso nacimiento del “albertismo”.
La postergación del tratamiento del presupuesto, el endeudamiento y la ley fiscal para febrero, es también la dilación de dos definiciones clave en materia política. Una es el desdoblamiento de la elección bonaerense al estilo de lo que sí hará la Ciudad de Buenos Aires. Y el otro tiene que ver con modificar la ley para volver al régimen de reelecciones indefinidas para legisladores e intendentes. El verano será un escenario de pura rosca para llegar a marzo con esos temas resueltos. El primero de ellos marcaría para Kicillof la independencia que le piden de Cristina Kirchner y, en parte, de Massa. Las últimas gestualidades no parecen ir en esa dirección. Y en cuanto a las reelecciones hay otras lecturas. La urgencia ahora es de los legisladores más que de los intendentes. ¿Es posible que se repita lo del 2021? Allí, esta misma discusión se postergó para después de la elección intermedia, lo que evitó que senadores y diputados que habían cumplido dos mandatos pudieran ir en las listas. A finales de ese año, reinterpretaron la ley y los jefes comunales tuvieron un mandato más. Especulaciones veraniegas.
Si a la Libertad Avanza le interesa el devenir de la provincia de Buenos Aires es, básicamente, por el mensaje que podría encerrar un triunfo del kirchnerismo en ese territorio y sus implicancias en los mercados. Habiendo cerrado un año con éxitos en la macroeconomía que sorprendieron a más de uno, una reversión en Buenos Aires podría alterar los nervios de quienes creen en la posibilidad de un camino a largo plazo sostenido para sostener el sentido común en el manejo de los números. Al día de hoy, la hipótesis más cercana es que Cristina Kirchner encabece la lista de diputados en la provincia de Buenos Aires y que, de ganar, sueña con volver a la Casa Rosada. Ella imagina repetir un recorrido similar al de Lula en Brasil donde tras ser encarcelado y con la sociedad muy polarizada pudo derrotar a Jair Bolsonaro que representaba a todo el espectro de la derecha. Algo similar al diseño que se prepara desde la Casa Rosada. Es decir, que no hay margen para el centro. Dos facciones políticas bien marcadas. La derecha y la izquierda. Milei aspira a conducir y representar a una. La otra puja está por resolverse.