Hay un nuevo método de campaña de Alberto Fernández. Corrido de los anuncios, la nueva agenda del presidente se concentra en vistas a distintos distritos del conurbano bonaerense para encontrarse cara a cara con los vecinos a través de reuniones no multitudinarias. La idea es escuchar de primera mano las quejas, lo problemas y recibir reclamos para poder responder con cercanía. En el mediodía del miércoles estuvo en Merlo junto al intendente local Gusatvo Menéndez quien le garantizó al Frente de Todos un triunfo en las PASO de setiembre.
Durante el encuentro se abordaron temas como la seguridad, la inflación, los precios de los alimentos, y las vicisitudes del contexto de Pandemia por el COVID-19.
“Nosotros recibimos un país con el 53% de inflación. Cuando asumí la presidencia, logramos bajarla al 35%. Por la pandemia, estamos en el 43% y tenemos que seguir bajándola”, explicó Fernández en el encuentro.
Asimismo, el Presidente les comentó las complicaciones que el Gobierno Nacional encuentra para acordar los precios de los alimentos con los comercios de cercanía: “Nosotros tenemos precios acordados con los grandes supermercados, pero nos cuesta acceder al almacén de barrio porque ellos no respetan los acuerdos de precios y como trabajan en la informalidad fijan los precios que quieren, alli tenemos que controlar mas para que los vecinos no sean castigados en precios elevados”
El Primer Mandatario estuvo más de 2 horas dialogando con los vecinos, escuchó y tomó nota una por una de todas las demandas reales que les suceden a ellos en su dia a dia. Y se comprometió a seguir trabajando para que la gente tenga una vida digna.
El jefe comunal Gustavo Menéndez expresó: “La gente pudo contarle todas sus preocupaciones y tambien sus sueños. Es un orgullo tener un Presidente que no solo entiende el mensaje de la urnas, sino que se arremanga, baja al territorio y, como uno más, anota uno por uno los reclamos de trabajadores y trabajadoras que viven el día a día”.
“Antes solo escuchaban a los poderosos, hoy la ciudadanía tiene un gobierno de cercanía que le duele lo que le duele al otro”, subrayó Menéndez.