“Si quieres que algo no funcione, crea una comisión”, aquella frase que se le atribuía a Juan Domingo Perón se volvió a cumplir con la conformada para analizar un posible desdoblamiento de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires. Eso ya es historia. El anuncio del jefe de gabinete bonaerense Federico Salvai confirmando que se votará el mismo día que las elecciones nacional pone en evidencia el triunfo de la postura de la Casa Rosada. No hubo ni siquiera tiempo para que los funcionarios provinciales expusieran sus argumentos sobre las ventajas de tomar esa decisión. Además, Macri estaba convencido que no era una buena señal acordar con el massismo en la provincia para que saliera el desdoblamiento. Dicho sea de paso, la discusión la había puesto en agenda el propio Frente Renovador cuando se negoció el presupuesto.
Sí es cierto que siempre, cuando se consultaba a los hombres más cercanos a Vidal sobre la definición electoral, coincidían en el mismo diagnóstico: la decisión final era de Mauricio Macri. Y para estas cuestiones, el presidente no escucha a nadie tanto como a Marcos Peña y a Jaime Durán Barba. Ambos se oponían. Con análisis en la mano y, sobre todo, con proyecciones políticas. No hay que olvidarse de la puja interna que viene si Macri es reelecto y comienza a partir del 10 de diciembre con su último mandato. Ese mismo día se lanza la carrera por la sucesión. Un triunfo holgado de Vidal la hubiera puesto en mejores condiciones que al actual jefe de ministros.
De ahora en más, con el camino despejado en cuando al calendario, surgirán las especulaciones. Por ahora nadie hizo foco en el siguiente escenario: qué pasaría si, en una elección unificada, Vidal gana la provincia y Macri debe someterse a una segunda vuelta de dudoso final. Sobre todo si, por alguna razón, Cristina Kirchner decidiera no ser candidata o no pueda serlo. Al parecer esa alternativa no está en el menú de Balcarse 50.
En el peronismo se ilusionan. Sobre todo los intendentes del conurbano que habían puesto grito en el cielo el sábado pasado en el encuentro de Santa Teresita. Con esta noticia, muchos de ellos respiran y esperan la confirmación de la candidatura de Cristina Kirchner que mide bien en sus distritos, sobre todo en el segundo cordón del conurbano. La otra puja es la candidatura del gobernador. Allí están anotados Martín Insaurralde, Verónica Magario y Axel Kiciloff. Los jefes comunales alientan que sea uno de ellos porque no quieren ser llevados en “burrito” a la hora del armado de las listas. En este escenario se necesitará alguien que no necesariamente mida lo mismo que Cristina Kirchner sino que no reste, como fue Aníbal Fernández en 2015. Otro gesto de los alcaldes de ultima hora es salir a marcar su beneplácito a la posibilidad que Máximo Kirchner sea candidato a diputado en la lista bonaerense.
Como se adelantó en este medio, la instalación de un posible desdoblamiento eran fuegos artificiales. Sirvió para entretener a la oposición y mostrar la tensión del “fuego amigo” entre la Casa Rosada y la Gobernación. Siempre estuvo claro que la sangre no llegaría al río. De todas maneras aún faltan otras confirmaciones. Por ejemplo, que Vidal anuncie que va por un nuevo mandato en la provincia. Se descuenta. Pero hasta que no lo exprese siempre habrá lugar para las especulaciones.