Por Sebastián Dumont – Periodista
El aún punto, siempre se vuelve a las fuentes. O a contactarse con momentos del pasado que ayudaron a trazar el camino hasta el presente. El presidente Javier Milei está dando una muestra de pragmatismo como si se tratara de un político muy experimentado. La lógica ansiedad es la que predomina en los diversos ámbitos de decisión tras la primera semana de Javier Milei como presidente electo. Las idas y vueltas en la filtración y confirmación de integrantes del nuevo gobierno no contribuyó a calmar los ánimos y, por momentos, expuso un dejo de improvisación que podría tornarse preocupante si no existe una corrección en el tiempo. De alguna manera tiene lógica. Se asiste a un jefe de Estado electo que hasta hace dos años solo era conocido por sus apariciones muy rendidoras en los canales de televisión como panelista o invitado.
Lo que si ha quedo claro en esta semana es que, en una mezcla de improvisación y mucho de pragmatismo, el presidente electo no tiene ningún empacho en girar sobre sus postulados para llevar adelante la tarea de fondo que se propone y es estabilizar la economía argentina a punto de una debacle aún mayor que heredará el 10 de diciembre. No es un dato menor. El dogmatismo puede quedar archivado aunque sea por un tiempo si es necesario. Aunque la manera de hacerlo ya dejó heridas y abrió internas antes de lo pensado.
La anatomía que va configurando el elenco del nuevo gobierno deja trascender la fuerte influencia que tuvo en su vida su paso como economista jefe de la fundación Acordar en el año 2015. De aquella experiencia surgieron lazos que ayudan a explicar los primeros pasos. El más importante, sin dudas, es el de Guillermo Francos que ya viene haciendo la tarea del ministro político que será. Reunión con gobernadores y legisladores para encapsular la gobernabilidad que terminará teniendo el nuevo presidente.
También con Francos va a trabajar Lisandro Catalán, quien comparte su mismo estudio y viene de aquella experiencia que se había formado para apoyar la campaña de Daniel Scioli. Si algo había claro en aquel momento era que nada tenían que ver con el kirchnerismo. Aquí hemos contado cuando el mismísimo Javier Milei hablaba del Ku Klux Klan para referirse al oficialismo político de entonces. En ese mismo lazo extenso en los años, el candidato presidencial de ese momento ahora seguirá siendo el embajador en Brasil, a pesar del enojo de Alberto Fernández y las dudas de Cristina Kirchner.
Las luces que alumbran los cargos más relevantes no permiten ver como se van articulando las segundas líneas del nuevo gobierno. Habrá dos elementos a tener en cuenta con mucho detenimiento: la calle y el congreso. Para lo primero, será muy importante el rol que vaya a tener el nuevo Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Petovello. Con ella, en el manejo de los planes sociales estará Pablo De La Torre, un hombre del conurbano, de San Miguel quien llega allí luego de haber establecido un vínculo personal con la futura ministra. El hermano del ex intendente de San Miguel, Joaquín, ya mantuvo al menos dos reuniones con la ministra saliente Victoria Tolosa Paz, pero también se dedicó a recoger las experiencias de parte de quienes han ocupado ese cargo como “Juanchi” Zabaleta – los movimientos sociales reconocen que durante su gestión hubo un muy buen diálogo – también con Daniel Arroyo y Eduardo Amadeo. Pablo De La Torre incluso ya conversó telefónicamente con Emilio Pérsico, el titular del Movimiento Evita.
¿Y el rol del conurbano?
De alguna manera, lo que pueda suceder con uno de los temas centrales que es el control de la calle, está vinculado a la paz social que aporta el conurbano bonaerense a través de sus intendentes que controlan, no el 100% como antes, los territorios, pero que tienen una injerencia central. Luego de una semana de procesar los resultados, desde Unión por la Patria pusieron manos a la obra para dar una señal de unidad y los jefes comunales de ese signo político fueron convocados por el gobernador Axel Kicillof.
Si bien la comunicación oficial suele expresar de manera formal el motivo del encuentro como una manera de planificar lo que viene, lo cierto es que la preocupación por la disponibilidad de los recursos es central. De repente, ahora todos están con dudas si pueden o no pagar los aguinaldos. Desde gobernadores a intendentes cuando antes se golpeaban el pecho al decir que tenían sus cuentas saneadas. O mentían antes o mienten ahora.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires tiene la posibilidad de ponerse al frente y liderar a su fuerza política en los tiempos que vienen. ¿Tendrá la voluntad? Aún no está demasiado claro, pero quizá no tenga otra alternativa. Ahora le tocará gobernar sin la canilla de fondos que no se cerraba nunca sobre su administración. Y como ya tomó nota avanzará en la autorización para tomar una deuda por el equivalente a U$S 150 millones.
Agitar el fantasma del conflicto que generaría la falta del pago de los aguinaldos es una clásica manera de pujar de antemano. Lo adelantó Kicillof en una entrevista el domingo cuando dijo que la política económica de Milei los “parte al medio”. Tras la reunión con gobernadores peronistas y Sergio Massa después, se habría despejado ese horizonte a partir del envío que haría el ministro de economía antes de dejar el cargo.
El mandatario se reunió, antes que con los intendentes, con Sergio Massa y Guillermo Francos. Con el por ahora Ministro de Economía, además de los recursos que necesita y le pidió, tiene por delante la definición de acuerdos bonaerenses. Massa, que dio a conocer su intención de trabajar en el exterior pero mantener el armado del Frente Renovador, tiene cargos en el gobierno provincial que, incluso, buscaría ampliar. Es posible que Jorge D´Onofrio, actual ministro de Transporte permanezca en el área o incluso se mude a otro ministerio ¿Seguridad?No es la primera vez que se lo menciona para ese cargo. Si finalmente Sergio Berni asume su banca de Senador provincial que obtuvo por la segunda sección electoral, la cartera quedaría vacante. Desde el entorno de D´onofrio aseguran que aún no se han profundizado las charlas.
Mientras tanto, la interna en el peronismo que había quedado pausada en las elecciones vuelve a tomar forma. El intendente de Esteban Echeverría Fernando Gray pidió la renuncia de Alberto Fernández y Máximo Kirchner a la presidencia del partido justicialista, tanto nacional como provincial. El alcalde es el mismo que había cuestionado la legalidad de la llegada de Máximo K a la conducción del PJ bonaerense, tema que aún está en manos de la justicia. A esta movida se le sumó más tarde el intendente de José C. Paz Mario Ishii quien tras el cierre de las listas en el mes de junio pasado fue muy duro para con el hijo de la vicepresidente por la manera en que lo habían hecho. Está claro que, más allá de cómo sea la manera, alguien tendrá que pagar costos por la derrota del peronismo a nivel nacional.
Hay que prestar especial atención a los movimientos del oficialismo bonaerense. Porque mientras las miradas apuntan a los piqueteros o a los sindicatos, los jefes comunales suelen tener la llave para poner a raja cualquier intento de reacción social ante las consecuencias de medidas económicas que traerán ajustes.
Sí Sergio Massa reunió a los intendentes actuales y electos que forman parte del Frente Renovador. En principio, Massa no tendría intenciones de confrontar de lleno con el gobierno de Javier Milei como al parecer sí tiene Axel Kicillof. No deja de ser un dato menor. El tiempo suele ir uniendo lo que alguna vez estuvo desunido. Massa hizo campaña con la idea de conformar un gobierno de unidad nacional que ahora, en la práctica con los nombramientos y los apoyos podría constituir Javier Milei. Para entender está lógica habrá que recordar una antigua charla con jóvenes libertarios en los albores del 2023 cuando, ante la posibilidad que Milei no alcanzara la segunda vuelta, ellos votarían por Sergio Massa y no por patricia Bullrich. ¿Por qué? Fue la inmediata consulta. “Por es el más parecido al Carlos Menem que nosotros reivindicamos”. El que también reivindica el Presidente electo, y a la luz de sus movimientos, ya está imitando.
