¿Por qué razón un sector importante del peronismo bonaerense – no todo- quiere suspender las PASO? Por una razón elemental y tibiamente reconocida por ahora. Sueñan con la idea que Cristina Kirchner sea candidata a presidente el año próximo. La opción de una presentarse a senadora está en el mazo. Pero el operativo clamor que inició La Cámpora pidiendo por su postulación ya tiene rebote en otros sectores. ¿Por qué Alberto Fernández no quiere suspender las primarias? Por qué también sueña, aún, con ser candidato, o influir en la decisión de quién lo será. ¿Por qué en Juntos por el Cambio no quieren saber nada con la anulación de las PASO? Por no encuentran otra manera de ordenar sus internas sin que se produzca lo que, a priori, va camino a acontecer. Y es la fragmentación de la coalición. Pasa lo mismo en ambos lados de la grieta. La fractura está al caer.
La última reunión del PJ bonaerense dejó en claro dos cosas. La tensión entre Maximo Kirchner y Sergio Berni sigue tan latente desde la noche de las elecciones pasadas cuando casi se van a las manos. Trascendieron críticas del hijo de Cristina Kirchner al Ministro de Seguridad que aún apoya Axel Kicillof. Es una manera que tiene el gobernador de marcar sus diferencias con La Cámpora y con los intendentes del conurbano, históricos críticos del médico encargado de la seguridad. Irrita a los alcaldes su rol de comentarista de la realidad que él debería modificar y que insume de recursos a las comunas lanzados a gastar en infraestructura propia para hacerse cargo de un tema que los agobia de siempre. Como sucede en las guerras, siempre en el final del camino la explicación es económica.
El otro tema que surgió del cónclave fue el tratamiento para suspender las elecciones primarias. De los presentes en las oficinas platenses del Justicialismo, la mayoría es partidario de cancelarlas. Aún devaluada, porque mide menos que antes del intento por asesinarla, Cristina Kirchner sigue siendo aún la que cosecha la mayoría de los apoyos en el oficialismo. Sucede desde La Matanza a Tigre. Con fenómenos similares en el segundo lugar y es la irrupción de Javier Milei. Entre los postulantes de Juntos por el Cambio se da una particularidad. Mientras crece la intención de voto para Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta tiene buenos números en distritos peronistas. Eso sí, en muchos de ellos por encima está Diego Santilli, que ambiciona capturar el sillón de Dardo Rocha.
Esta foto que se ve hoy en el conurbano es la que alienta a diversos alcaldes del Frente de Todos a tachar las PASO. Imaginan que con que Cristina Kirchner garantice un piso de 30 puntos, la fragmentación de Juntos por el Cambio y la presencia de Milei en una boleta les será suficiente para retener el territorio. Lo mismo piensan quienes buscan capturar distritos hoy gobernados por intendentes del Pro. Se ilusionan con la postulación de la vicepresidenta y que no haya un cierre de Javier Milei con Mauricio Macri para ir juntos en un espacio.
“En la ultima elección obtuvimos 34 puntos con Victoria Toloza Paz en la lista y en un mal momento del gobierno. Si Cristina Kirchner es candidata menos de eso no va a sacar y con la boleta de Milei en la cancha podemos estar cerca de ganar el municipio”, se ilusiona un dirigente del Frente de Todos que sueña con desbancar a un jefe comunal del Pro en el conurbano. Su ilusión quizá no se detenga en evaluar con detenimiento el comportamiento del voto libertario. Hay trabajos de opinión que observa capturas de voluntades que se caen de Juntos por el Cambio pero también de quienes en 2019 votaron a Alberto Fernández.
El presidente transita su momento de mayor debilidad. Sin embargo no claudica en ensoñaciones. Aún más acotado en su mesa chica que antes, cree que puede influir en la decisión electoral del 2023. Y no se baja de eso. Quizá como un intento negociador, busca obturar el deseo de quienes desde el Frente de Todos buscan avanzar en la eliminación de las primarias abiertas. Aún se recuesta en sus propios dichos el año pasado cuando aventuró una gran Paso del Frente de Todos para definir candidatos. El reciente gesto al gobernador Alberto Rodríguez Saá con la designación de la nueva ministra de Mujeres, Genero y Diversidad, Ayelen Mazzino es la consagración de otras señales anteriores para sumar peso en su idea de ser el representante genuino del Kirchnerismo, que no es lo mismo que el cristinismo.
Se especula por estas horas si en sus elucubraciones, el presidente aspira a recrear un espacio del que se siente fundador y es el kirchnerismo. Trasciende que hasta busca mostrarse como el padre de las medidas que fue tomando hasta aquí el ministro de economía Sergio Massa. La búsqueda de racionalidad en la materia entiende Fernández, es una manera que tenia Kirchner de concebirla. Por aquello que muchas veces planteó el ex presidente al decir: “no se fijen en lo que digo sino en lo que hago”. En definitiva, lo último que se pierde es la fe.
No parece casual que el Intendente de José C. Paz Mario Ishii fuera una de las voces territoriales a favor de mantener las PASO. El alcalde del poncho no es de hablar demasiado y cuando lo hace persigue un objetivo. Del tema puede mostrar pergaminos. En su distrito siempre alentó la realización de primarias. En el 2021 fue el único municipio oficialista que las tuvo. Su vínculo con Alberto Fernández sigue muy activo, a tal punto que genera tensión con La Cámpora. Desde la agrupación imaginan una candidata para el distrito y es Mariana Avila, la esposa del diputado provincial José Pérez, integrante de la organización y ex secretario de gobierno de Ishii. Hay un detalle muy interesante que el intendente nunca deja de aclarar. El mismo se define como peronista y “Nestorista”. Tan sólo en la aclaración está el mensaje político. De allí que se entienda aún más su estrechez con un Fernández que se auto percibe continuador de aquello.
Las recientes declaraciones de Facundo Manes que involucraron a Mauricio Macri le quitaron adhesión. Así lo ha percibido un consultor que no publica sus trabajos pero que suele estar muy cerca en los pronósticos electorales. En la última contienda aventuró con exactitud lo que sucedió en las PASO y en la general. Y ahora en sus trabajos surge con mucha claridad que la contienda sigue siendo Cristina Kirchner vs Mauricio Macri. Devaluados los dos, pero capturan cada uno las minorías intensas de un lado y el otro.