Mario Ishii estaba internado en terapia intensiva por covid cuando llegó el momento del cierre de las listas para las PASO del próximo domingo. Antes de tener que ser intubado le había pedido a los dirigentes más importantes de su gobierno que vayan a una interna. El argumento para explicarlo se lo había llevado el propio alcalde al presidente Alberto Fernández unos días antes. La idea de competir era para eclipsar lo que podría convertirse en una puja interesante en la oposición que movilice a la gente a votar. “De esta manera, la militancia no se queda quieta”, esgrimió el alcalde. Lo que era una idea para toda la provincia, sólo se reflejó en José C. Paz con un agregado de tinte local: la puja para el 2023 empezará a dirimirse desde el 12 de setiembre.
El distrito paceño es el único que tiene internas dentro del oficialismo. Esa situación en el Frente de Todos sólo se da en aquellos municipios donde el gobierno local es de otro tinte político. Y sin bien se anotaron tres listas para competir, la mirada está puesta en dos facciones muy fuertes que adelantarán la pelea del 2023 en un horizonte que, por ahora, no permite la reelección del intendente.
La lista 2, histórico número para el partido justicialista, la encabeza Roque Caggiano, actual titular del Concejo Deliberante y hermano del Secretario de Obras Públicas Roni Caggiano, quien por la linea de sucesión reemplazó a Ishii mientras estuvo convaleciente. Detrás de esta candidatura se alinearon parte las agrupaciones más numerosas y tradicionales del territorios. Allí abrevan el Secretario de Acción Directa, Pablo Mansilla, uno de los dirigentes más cercanos a Ishii, como así también Rodolfo Pino, quiene es respaldado por un volumen muy importante de militancia peronista desde hace muchos años. En el caso de ambos, depusieron sus aspiraciones para acompañar a Caggiano. Esta unidad despertó tensiones con quienes serán sus adversarios en la PASO.
“Es la lista del Intendente”, vociferan en distintas mesas políticas del distrito para explicar la conformación de un espacio que contempla, además, a organizaciones sociales y gremiales. Como así también sectores de la juventud. El nivel de conocimiento de Roque Caggiano es importante en la comuna, pero se vio fortalecido luego de la aparición de un tema musical que impacto en la opinión publica nacional. “Al toque Roque” se convirtió en el slogan que acompaña al candidato en cada una de sus intervenciones por los barrios paceños. El andar ya se vio reflejado en algunas encuestas que circularon por los despachos municipales.
La otra lista fuerte es la que encabeza Mariana Avila, titular del Anses local y esposa del diputado provincial José Pérez, ligado a La Cámpora. Detrás de ella también se alinea parte de la estructura municipal ya que, por ejemplo, el sector maneja la Secretaria de Gobierno a través de Claudio Pérez. Y movimientos sociales como el Evita. La puja es en igualdad de condiciones. Chocarán dos listas potentes.
De allí que surge la impresión que lo que está en juego es mucho más que una lista de concejales para noviembre. Es la pelea por el poder del distrito en 2023. El resultado de la interna le dará a Mario Ishii más herramientas para poder definir los pasos a seguir si no tiene posibilidades de reelección. Alguno de los sectores quedará debilitado el lunes próximo. De eso se trata.
Es cierto que la contienda tiene otra lista. Pero, en la realidad comunal, las miradas se enfocan en la puja antes descripta. Si gana el sector de Caggiano, podrá esgrimir que se impuso a una estructura poderosa distrital, provincial y hasta La Cámpora. Si quien gana es la candidata de José Pérez, Mariana Avila, dirá que le ganó a gran parte de la estructura municipal. La definición llegara en unas horas.
