Por Sebastián Dumont
“Se viene el estallido, Se viene el estallido, De mi guitarra, De tu gobierno, también”, así comienza la canción que popularizó la Bersuit Vergarabat. La letra que data del año 1998 vuelve a escena tras recientes declaraciones de intendentes como Mario Ishii (José C. Paz ) o del ex jefe comunal de San Miguel Joaquín De La Torre. Desde espacios políticos distintos, ambos se reconocen a sí mismo “barones del conurbano” y llevan el título con gusto. Lejos de la estigmatización que se ha hecho sobre esa caracterización, sus conocimientos sobre los territorios son incuestionables. Con pocas hora de diferencia y sin coordinación previa coincidieron en un mismo diagnóstico: la situación en el Gran Buenos Aires está a punto de ser mucho peor que en 2001/2
En aquel momento, Mario Ishii llevaba poco más de dos años como intendente de José C. Paz. Era uno de los distritos críticos en niveles de pobreza y falta de trabajo. Hubo saqueos y largas filas en la puerta de la comuna para buscar alguna asistencia. Con la llegada de Eduardo Duhalde a la presidencia, se nacionalizaron programas sociales que se iniciaron en la Provincia de la mano de su esposa Hilda “Chiche” Duhalde. Fue el origen del camino de mayor asistencialismo del Estado que luego profundizó Néstor Kirchner y nunca paró de crecer. En estos tiempos es récord y explica que los intendentes no vean explosión social en los sectores más bajos por falta de comida. Eso está cubierto. El gran problema pasa por la clase media y quienes dan trabajo, los olvidados de esta pandemia. Allí radica la principal afirmación de Ishii. El cierre de comercios está haciendo explotar una situación muy compleja en aquellos ciudadanos que sólo veían los comedores o las ollas populares por la televisión. Ahora, con vergüenza, las están visitando.
La fina mirada sobre los dichos de Mario Ishii lleva a especular con el alcance de los mismos. Un territorio como el paceño sólo requiere de una pequeña voluntad política para que se activen ciertos mecanismos. Así como se hace imprescindible la presencia del Estado local para contener. ¿A quién le habla el jefe comunal? La foto con Juanchi Zabaleta, intendente de Hurlingham, este miércoles antes de ir a verlo a Alberto Fernández se constituye en toda una señal. Se sabe que es el intendente más cercano al Jefe de Estado. En otro mensaje, Ishii lo consideró a Fernández el responsable que Axel Kicillof pueda haber girado fondos a los municipios. Las mieles de la campaña parecen haber quedo atrás.
Si de plata se trata, no todo lo que se expone como penurias es real. Al comienzo de la pandemia, eran muchos los municipios que atesoraban en plazos fijos por sumas muy importantes en virtud de sus presupuestos. Ahorros para utilizar en tiempos difíciles. Ellos llegaron y en “chanchito” en varios casos sigue cargado. Al día viernes de la semana pasada, el distrito que más atesora sigue siendo La Matanza con 3500 millones, cuando antes tenía 8400. A San Isidro aún le restan 150 millones y antes tenía 90 millones. Otro caso es el de San Fernando que tenía 147 millones ahorrados en plazo fijo y hoy 955 millones o San Miguel que al inicio de la pandemia guardaba 643 millones y hoy cuenta con 739 millones depositados. Es verdad que los plazos fijos generan intereses que apenas permiten seguir de cerca la inflación como también es real el mecanismo de diferir los pagos y achicar el gasto donde más no conviene. En este contexto, hay comunas que tienen una recaudación baja propia de siempre y su incidencia en la caída sobre el presupuesto total no es tan grave. La gran puja con el gobierno provincial no es la falta de recursos sino en carácter de qué llegaron. Una parte del aporte deberá ser devuelta a tasa 0, algo de lo que no están muy de acuerdo los intendentes.
El condimento de la inseguridad aporta su cuota importante. En la coincidencia del diagnóstico que hicieron Ishii y De La Torre, este aspecto es fundamental. El delito en los barrios creció con fuerza y muchos de ellos están vinculados a delincuentes liberados por la pandemia. En San Miguel, el ex jefe comunal arrojó un dato sobre el creciente nivel de robos a viviendas con morador con un diferencia del 14 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. Eso sí, bajaron los hechos sobre comercios y autos. Una recorrida por el resto de las comunas permite llegar a las mismas conclusiones.
De alguna manera sorprendieron otros dichos de Joaquín De La Torre sobre Sergio Berni a quien elogió con fuerza: Es el ministro adecuado para este momento de la seguridad de la Argentina, de la provincia de Buenos Aires, creo que es un tipo audaz, intrépido, valiente, que entiende que gran parte de la solución tiene que ver con la conducción de la fuerza policial. Y me parece que además dice cosas con sentido común en general”. ¿Por qué lo hizo? Acaso de imagina que será candidato en 2021 frente a María Eugenia Vidal en la provincia. Demasiado prematuro para saberlo aunque en el entorno de Berni ya habían preparado el merchandising alusivo al año próximo. No llegó a ver la luz, por ahora lo guardaron en algún deposito a la espera de un momento mejor.
Sorprende que los elogios al ministro lleguen más por la oposición territorial que por los jefes comunales del Frente de Todos. Sin la contundencia de De La Torre pero en acuerdo con sus acciones se mostró Diego Kravezt, encargado de la Seguridad en Lanús, donde gobierna Néstor Grindetti quien tiene la posibilidad de hablar al mismo tiempo con Alberto Fernández y con Mauricio Macri. Hace unas semanas estuvo largo y tendido con el ex presidente al que vio muy encima de todos los temas. Y sobre todo activo. Claro que nada se habló de posibles candidaturas aunque hay quienes que será el camino inexorable de Macri si avanzan ciertas causas en la justicia. Los desacuerdos que generó el comunicado sobre la muerte de Fabián Gutierrez explotó la interna de Cambiemos. Sus resultados podrían verse en los próximos meses con mayor claridad. De todas maneras, esta coyuntura alimentó al ala cercano a Vidal que sueña con pensar en un “macrismo sin Macri”. En función de la realidad, todo ello sería ciencia ficción de concretarse lo que auguran en el conurbano. ¿Se viene el estallido?