El ministro de Obras Públicas de la Nación Gabriel Katopodis recorrió distrito del conurbano en el marco de la pandemia del Coronavirus. En una de sus escalas estuvo en San Miguel donde fue recibido por Jaime Méndez. Allí visitaron el Hospital San Miguel Arcángel que se preparó para los pacientes más graves del COVID 19. “Estamos finalizando obras de ampliación con el fin de sumar 40 camas de terapia intensiva”, aseguró el jefe comunal. Más tarde, estuvo en Escobar con Ariel Sujarchuk donde visitaron una empresa que donó elementos para los centros de salud.
Tanto Katopodis y Sujarchuk recorrieron la empresa Gottert, que fabricó y donó 200 camas para abastecer a distintos centros de salud, y luego supervisaron la continuidad de la repavimentación de las calles Independencia y Beliera, una obra fundamental que no se detuvo a pesar de las restricciones impuestas por la crisis producto del COVID-19.
“Hoy se junta el Estado presente y el compromiso empresario en un mismo acto. Y es un placer doble recibir al ministro Katopodis, que en representación del presidente de la Nación llega para articular esta acción, que surge de la generosidad de la familia Gottert. De esto se trata, de contagiar solidaridades y atravesar esta pandemia mundial con el máximo nivel de prevención y cuidado para todos los ciudadanos”, expresó Sujarchuk, acompañado por el presidente de la firma, Fernando Gottert.
“Hay empresarios que son muy conscientes de que tenemos que salir todos juntos de esta crisis. Y en esta fábrica hay que reconocer el esfuerzo solidario de sus dueños y de todos los trabajadores que están exponiéndose para que estas camas lleguen a muchos puntos del país, y podamos cuidar a toda la población, con mayor énfasis en los adultos mayores y los sectores más vulnerables”, enfatizó Katopodis.
El jefe comunal y el ministro supervisaron luego la obra de repavimentación de las calles Independencia y Beliera, que se extiende desde la Ruta 26 hasta la avenida Fructuoso Díaz, y une las localidades de Maquinista Savio y Garín. Los trabajos demandan una inversión de $300 millones para la construcción de 30 nuevas cuadras de asfalto rígido complementadas con importantes tareas de hidráulica que evitarán inundaciones en toda la zona.